El 30 de junio de 2012, vencimos a Sportivo Italiano 2 a 0, en su estadio y logramos subir a Primera B, mediante Promoción. El recuerdo del último ascenso.
Central Córdoba había vuelto a jugar en Primera C en la temporada 2010/11, luego de veintidós años, donde el club escaló dos categorías, quedando a las puertas del regreso a Primera División, durante el Nacional B 1992/93. Sin embargo, la campaña de Primera B 2009/2010, con promedio escaso, certificó el descenso cuando restaban por jugarse, aún, siete partidos.
De vuelta en la "C"
El 30 de abril de 1988 había sido el último día en la cuarta categoría del fútbol argentino. Para encarar el regreso, en el invierno de 2010, las autoridades de la Institución encabezadas por el presidente, Escribano Jorge Cornú, decidieron contratar a Marcelo Vaquero, como entrenador del plantel superior. Los antecedentes del DT, venían justamente de Primera C, comandando a Argentino, aunque con el agravante del descenso a Primera D, también en Promoción. Vaquero, convenció a la mayoría de futbolistas de aquel plantel salaíto, cruzándose de vereda para instalarse en barrio Tablada.
El 31 de julio de 2010, un conjunto charrúa prácticamente nuevo, debutó en Villa Lynch, empatando 2 a 2 ante UAI Urquiza, en uno de los tantos partidos ante clubes, sin cruzarnos en la "C". Al equipo, le costó volver a esta categoría, teniendo un primer semestre discreto, aunque contando un as de espadas en los goles de Ezequiel Petrovelli, quien completó 21 partidos, sólo en la primera rueda, transformándose en uno de los goleadores del torneo, con 19 tantos.
El 2011, comenzó movido, con cambio en la conducción técnica, arribando Marcelo Vivas, a la par de un equipo de trabajo para hacer pie en Divisiones Inferiores, en uno de los tantos proyectos que pasaron por el club. El inicio, fue un promisorio 5 a 2 a El Porvenir en el Gabino Sosa y, más allá de la escandalosa derrota ante el futuro campeón Lamadrid -fue 0-2 en casa-, el equipo apiló una inmejorable racha de diez cotejos invicto -4 victorias y 6 pardas-, que lo depositaron en el torneo Reducido.
El Octogonal se ganó, aprovechando la ventaja deportiva de definir las primeras dos llaves, en la esquina de Juan Manuel de Rosas y Virasoro -versus UAI Urquiza y Laferrere, respectivamente. La final, versus Argentino, trajo un triunfo 2-0 como local y, el 0-0 en Merlo, nos hicieron acreedor del Reducido, pasaje a la Promoción.
El regreso a Primera B, en apenas una vuelta, se vio frustrado ante Los Andes. La ida con derrota en el estadio de Newell's 1 a 0, casi sentenció la serie. Pese a jugar mejor en Lomas de Zamora, también fue caída por la mínima y, el sueño del regreso, quedó postergado.
El torneo del regreso
La continuidad de Vivas al frente del plantel fue clave para juntar las piezas, de cara a la nueva temporada. El entrenador armó un buen grupo, entre los futbolistas que estuvieron cerca de subir el torneo anterior y, varios que reforzaron con buen nivel, al equipo. La continuidad de protagonismo en el campeonato y la posibilidad de pasar de ronda, en la flamante Copa Argentina, fueron dos puntos salientes en la pretemporada invernal.
El comienzo fue espectacular, con cuatro victorias consecutivas, sumándose la clasificación en primera ronda de la Copa, venciendo por penales a Talleres en Remedios de Escalada. Pero, la primavera futbolística se detuvo con la primera derrota en la visita de Alem a Tablada, desencadenando la renuncia del D.T. quien adujo amenazas y presiones externas a su conducción técnica. Para reemplazarlo, el club recurrió a un hombre de la casa, Jorge Nelson Forgues, asumió el cargo, en principio, como interino, aunque extendiéndose por doce partidos, pasando a otra etapa copera, inclusive.
Omar Arnaldo Palma fue el tercer entrenador designado por los dirigentes y arrancó su ciclo ganándole en la visita a Cambaceres. El fin de año dejó al equipo en una posición expectante, cerca de la punta del torneo, y una nueva clasificación en la Copa Argentina, más heroica, venciendo por penales a Boca Unidos en Chaco.
El año del regreso
La pretemporada de verano 2012 se realizó en el predio del Club Atlético Carcarañá con el horizonte más cercano asomaba Boca Juniors, futuro rival en la siguiente instancia de la Copa. El reinicio de Primera C fue a puro empate -tres en fila- y, finalmente, el reencuentro -habían pasado 53 años del último enfrentamiento- con los xeneizes, fue derrota en el estadio Bicentenario de San Juan. Al regreso, una serie de cinco partidos sin ganar -los últimos, con dos caídas en fila-, hicieron que el Negro Palma pegara el portazo, a siete fechas para el final del campeonato.
La Comisión Directiva recurrió a su primer hombre en la categoría y, por eso, Marcelo Vaquero, volvió a sentarse en el banco de suplentes. Un pálido empate ante Midland en el Gabino, fue su carta de presentación y, aunque ganamos sobre el final en la visita a Liniers, el equipo se alejaba del ingreso al Reducido, con tres jornadas sin ganar. La derrota ante Cambaceres en el estadio de Newell's caló hondo y también parecía el fin del ciclo como director técnico, pero surfeó las últimas fechas, empatando en Zárate ante CADU y cerrando la temporada con un 3 a 0 a J. J. Urquiza, asegurando el acceso al Octogonal.
A suerte y verdad
El sexto puesto en la tabla final -57 puntos contra los 71 del campeón Villa Dálmine- iniciaron la serie en nuestro estadio recibiendo a Laferrere. El partido se jugó de noche y, cuando faltaban tres minutos para el cierre, el empate de Nicolás De Bruno, salvó el comienzo con derrota. Fue 1 a 1 y la revancha jugada en La Matanza, bajo clima bélico, significó un gran triunfo 3 a 1, mostrando experiencia y temple, por parte del equipo, para este tipo de acontecimientos.
En semifinales, dos victorias, ante Berazategui -1 a 0 en Talleres e idéntico resultado en casa- clasficó a la final frente a Midland. La ida se jugó en cancha de ellos, y dos goles de Marcos Figueroa, nos dieron otro triunfo, 2-1. La revancha en Tablada fue un empate sin goles y, nuevamente, un conjunto charrúa arribaba a Promoción, pugnando el regreso a Primera B.
Hacer historia
El primer chico ante Italiano se jugó el martes 26 de junio, en un Gabino Sosa, colmado. A un minuto del final del primer tiempo, Facundo Fabello abrió el marcador con un cabezazo. Pero, en el complemento, el juez Julio Barraza tomó partido de la definición, otorgándole un penal inexistente a la visita, para arribar al 1 a 1 final. Sólo la victoria servía en Ciudad Evita para torcer el destino de ascenso y allá fuimos...
Un centenar de hinchas charrúas ocupó la popular visitante, la tarde destemplada y nublada, del sábado 30 de junio de 2012. El partido arrancó parejo, de estudio y, sobre el cierre del primer capítulo, el árbitro José Carreras, expulsó a Leonardo Gómez y Lucas Lazo.
Diez contra diez para el complemento que amaneció feliz cuando a los trece minutos, Marcos Figueroa se escabulló entre la defensa local y marcó el primero. De ahí en más, el equipo cuidó la pelota, se defendió con solvencia y, mediante el contraataque, definió la final, cuando Juan Carlos Lescano, inició un rápido ataque para gritar y festejar el ansiado ascenso.
Los festejos se iniciaron en el campo de juego de Ciudad Evita y se trasladaron a los vestuarios. Por primera y única vez, ya que Promoción no se jugaron más, un equipo de Primera C venció a su similar de la "B". En barrio Tablada, la hinchada ganó las calles, repitiendo la tradición de copar la sede social de avenida San Martín. Aunque, cuando cayó la noche, el carnaval se mudó al Gabino Sosa.
Las luces del estadio estuvieron a pleno, y hubo tribunas repletas, sobre calle Virasoro, ondeando banderas azules y rojas. Sin embargo, apenas arribó el plantel desde Buenos Aires, haciendo su ingreso por el portón de la tribuna visitante, se desató una batahola con robos y trompadas por parte de un sector del público que había ingresado al campo, arruinando el festejo, presagiando un funesto futuro.
El último paso por Primera B fue más bien breve, desde el debut con victoria ante Chacarita 3 a 0 en casa, que hizo ilusionar a los hinchas, se jugó una temporada con muchos problemas externos e internos y, en apenas ocho meses, nos devolvió a Primera C, juntándose desaciertos dirigenciales, un plantel numeroso e infinidad de deudas económicas sobre muchos futbolistas que un año antes habían logrado el ascenso.
De ese combo de errores a este tiempo, el club pudo volver a la "B". Primero, en 2015, perdiendo la final del Reducido ante Talleres y un subcampeonato en la temporada 2017/18, con eliminación en semifinales por el segundo ascenso. En el torneo del año pasado, nuevamente segundos en el Apertura, aunque afuera del Octogonal, en primera ronda.
Para graficar el presente, estamos viviendo el tiempo más prolongado sin obtener un título -el último fue en 1991- y, a diez años del último ascenso, son hechos que nunca habían pasado, indicando un cambio de época en relación a los logros obtenidos por el club a lo largo de su rica historia.
Los nombres del último ascenso
Futbolistas: Amilivia, Ezequiel; Araujo, Rodrigo; Baldessi, Diego; Bertollo, Diego; Canessa, Nicolás; Castro, Luciano; Cerruti, Pedro; De Bruno, Nicolás; Fabello, Facundo; Figueroa, Marcos; Fiorina, Alejandro; Formica, Guillermo; García, Alejandro; Gauna, Rodrigo; Kaputensky, Maximiliano; Killer, Paulo; Lazo, Lucas; Leguizamón, Juan Cruz; Lescano, Juan Carlos; Maidana, Daniel; Murúa, Marcos; Navarrete, Martín; Poropat, Leonel; Rodriguez, Nahuel; Salinas, Martín; Taborda, Ezequiel; Toso, Facundo; Villagra, Diego; Yocco, Emiliano.
Directores técnicos: Marcelo Vivas; Jorge Forgues; Omar Palma; Marcelo Vaquero.