En la víspera del 116º aniversario, repasamos aspectos documentados sobre la fundación de nuestro club.
El 20 de octubre de 1906 nació nuestra Institución. Esa noche, se labró el Acta Nº 1 en el hall principal de la estación ferroviaria de bulevar Rosarino (actual 27 de febrero) número 583 y, que duró, apenas diecisiete minutos.
"En la ciudad del Rosario de Santa Fe, a los veinte días del mes de octubre de 1906 se reunió la Comisión Directiva del Córdoba and Rosario Railway Athletic Club en la calle Bulevar Rosarino 583, estando presentes los señores Truman, Juan; Bustos, Natalio; López, Carlos; y Montanaro, Alfredo, asistiendo como Secretario por falta del titular el Sr. Cabral, Zenón y siendo las 9 PM la Presidencia que la representa el Vice Sr. Truman declara que siendo de capital importancia que la sociedad recientemente formada dé sus estatutos y no estando la comisión para que en la posible brevedad presente un proyecto de estatutos a los que deban sujetarse los actos de la asociación de que formamos partes, a la que, los Señores Comisionados presentes, presten su asentimiento y en consecuencia se resuelve, por unanimidad nombra una Subcomisión para el proyecto de referencia a los señores H. King, Lorenzo Milanoli, Donato Molina y Zenón Cabral. No estando en número suficiente para tratar otros asuntos se levanta la sesión siendo las 9.17 PM".
Firmados: Carlos López y Alfredo Montanaro. Por ante mí: Zenón Cabral.
Si bien ya habíamos jugado el primer torneo de Liga Rosarina, el año posterior se decidió organizar un club para los trabajadores de la empresa Córdoba y Rosario. Ante la imposibilidad de contar con la información de primera mano sobre la fundación, ya que el Libro Nº 1 del club se extravió, la fuente primordial recayó en Zenón Cabral, encargado de Movimientos y futuro Secretario, brindando datos sobre el nacimiento de nuestra pasión.
En la edición del 30 de noviembre de 1929, del diario Reflejos, Cabral historió su papel primordial en la constitución del club. El fundador, venía de jugar en la tercera división del club Provincial y, torció su destino, para constituir un equipo de fútbol junto a sus compañeros del ferrocarril. "Gran entusiasmo acogió la idea y fue general la decisión de empezar los trabajos inmediatamente. Solicité a mi jefe, señor (Patricio) Henning su adhesión y la autorización para reunirnos en la sala de espera de la estación", comenzó contando Zenón.
Sin embargo, pronto asomó una interna. Los trabajadores de la sección Contaduría, entre los que se encontraban Benjamín Carman, Carlos Picabea y Jorge Mac Donald, entre otros, se negaron a integrar el primer equipo de la empresa, ya que los tres estaban jugando la Copa Santiago Pinasco para Provincial y Argentino, respectivamente.
Ante tal decisión, Cabral subió presuroso las escaleras del edificio ferroviario dirigiéndose al despacho del Contador General, Juan Besserer, con el fin de ofrecerle el cargo máximo de la Institución, tratando de poner en vereda a los "insurrectos". Besserer, aceptó sin titubeos el cargo y llamó a una reunión extraordinaria, fijando como fecha el 8 de octubre de 1906, definiendo dos puntos salientes: la futura Comisión Directiva y el equipo principal de fútbol.
El clima asambleísta pobló el salón principal de la estación. Las secciones Almacenes y Contaduría proveyeron con la mayoría de sus trabajadores. Besserer detalló la nómina de la C.D. la cual fue votada en forma unánime. Pero, en el orden del día, faltaba definir un tema clave: la Primera División.
En el estrado principal, Cabral se acercó al flamante presidente y sugirió: "Estamos inscriptos en primera división, pero el cuadro está incompleto; algunos jugadores niegan su concurso porque actúan en otra parte, vamos a hacer un papelón". Besserer preguntó, "¿y qué podemos hacer nosotros?", y Zenón, ordenó: "Usted fue elegido presidente y debe obligar a todos los trabajadores que jueguen en Córdoba y Rosario o en tal caso que presenten la renuncia a sus puestos".
De inmediato, el electo titular le pidió a Juan Charras (padre) que busque al grupo "rebelde" quienes se hicieron presentes en la planta baja de la estación y escucharon la reprimenda del titular de la flamante institución. "El señor Cabral se queja que ustedes no quieren jugar para Córdoba y Rosario. Les informo que como Contador y desde hoy presidente de la institución que, o juegan con nosotros o me presentan las renuncias de los puestos que aquí ocupan para ubicar en ellos jugadores que respondan al ferrocarril".
Ante la amenaza inminente, las caras de los futbolistas empalidecieron. Míster Carman comenzó a responder en inglés, pero Besserer lo paró en seco, aduciendo que Cabral no entendía el lenguaje. Los restantes participantes agacharon la cabeza y tomaron las dos horas de cuarto intermedio para reflexionar sobre su futuro.
El tiempo, calmó las aguas y los trabajadores decidieron finalmente jugar para el primitivo club a partir de 1907, integrando el equipo principal. Posteriormente, en los años 1908 y 1909, se abrió la inscripción, completando planteles para segunda y tercera división.
La elección estuvo definida y, doce días después, el 20 de octubre se labró el Acta Nº 1. Tres días más tarde, llegó la respuesta oficial para organizar los estatutos.
"Señor Don Zenón Cabral
Muy señor mío:
La Comisión Directiva de este club compenetrada de la capital necesidad y urgencia de alcance, sus estatutos y reglamentos a que deban ajustarse los actos del club, resolvió en sesión del 20 del corriente nombrar a Ud. en compañía de los señores H. King, L. Milanoli y D. Molina en Comisión Especial para que a la posible brevedad presenten a ésta C.D. un proyecto de reglamentos para esta Asociación.
No dudo que la tarea que se le encomienda es muy laboriosa y delicada, pero teniendo en cuenta sus conocimientos y buena voluntad no ha vacilado esta Comisión en nombrarlo y le ruega acepte el delicado cargo, y procede al habla con los señores mencionados a fin dan por hecho al trabajo que esta C.D. honra en manos de Uds. con la esperanza de que sean llevados a feliz término.
Con tal motivo, le saluda atte.
Luis G. Yeoman (Secretario) Juan W. Besserer (Presidente)"
La tienda Gath&Chaves donó el primer juego de camisetas y una docena de pelotas. La Casa Jacobo Peuser, propietaria de la postal que ilustra la nota, puso la papelería para la tarea de la administración y se formó una Comisión Honoraria, encabezada por el Gerente de la Empresa, Duncan Mac Kay Munro, quien reunión cerca de tres mil pesos para la caja fuerte. Además, se resolvió no cobrar entrada a los socios que ingresaron hasta el 31 de diciembre de 1906, siendo considerados fundadores.