Gabino Sosa, a 52 años de su fallecimiento

El 3 de marzo de 1971, pasó a la inmortalidad, el máximo exponente futbolístico de nuestra Institución. Repasamos los últimos días de su vida.

La ciudad de Rosario amaneció lluviosa, aquel miércoles 3 de marzo de 1971, cuando a las 8.40 horas, Gabino Sosa falleció, luego de varios meses de internación en el antiguo hospital Ferroviario de calle Presidente Roca -actualmente a cargo del Grupo Gamma-.

El desenlace llegó, luego que el 5 de enero de aquel año, el exfutbolista había ingresado en el Policlínico por un tumor en la columna. Aunque, su salud declinó tres años antes, cuando murió su esposa, doña Margarita Chávez.

Por eso, el 7 de noviembre de 1969, a solicitud de Argentino Manuel Menéndez, presidente del Círculo de Periodistas Deportivos de la ciudad, la Comisión Directiva de Central Córdoba, encabezada por su titular, Francisco Raúl Quirós, designó con el nombre de Gabino Sosa al estadio charrúa, donde el homenajeado era asiduo, eligiendo seguir los partidos desde el tejido de la tribuna oeste, sobre la calle Juan Manuel de Rosas.

Cuando su internación, numerosas personalidades del deporte se nuclearon y solventaron los costos de la internación. Durante aquel tiempo, por el nosocomio, lo visitaron innumerables cantidad de amigos, exfutbolistas, dirigentes, periodistas y hasta los más curiosos, para saber quién se trataba del famoso, internado en la sala Uno del primer piso.

La noticia de su deceso, sacudió a los medios de entonces, ofreciendo amplia cobertura en los diarios de la ciudad y del resto del país. La capilla ardiente se instaló durante la tarde, en el histórico salón de actos de la sede social de su club, en avenida San Martín. Y al día siguiente, recibieron cristiana sepultura en el cementerio La Piedad.

Atrás quedaron 71 años, una familia formada con Margarita, cuatro hijas y varios nietos. También una trayectoria que hizo grande a nuestro club, perduraron desde 1916 hasta 1938, como futbolista, y un par de años después, con el buzo de director técnico. También un empleo como guarda ferroviario, dándole más identidad con nuestros colores.

La figura de Gabino Sosa nos acompaña fecha tras fecha, desde su busto emplazado en el ingreso a nuestro estadio, inaugurado el 12 de octubre de 1972. Compañerismo, lealtad, maestroescuela y padre futbolístico para muchos jóvenes de barrio Tablada.

Su ejemplo deberá ser tomado por los futbolistas de nuestra Institución, como un ejemplo y legado del amor por la camiseta y la escuela rosarina del buen fútbol.

Por Julio Rodríguez (IG: @museocentralcordoba / TW: @museocc)