Su aparición en la primera coincidió con la mejor etapa de la historia del club. Formado bajo la tutela de Gabino Sosa, a quien supo acompañar en el ataque, disponía de una fuerte patada a la hora de rematar al arco.
En 1938 fichó para Almagro y al año siguiente lo compró Boca Juniors. Continuó su carrera en el fútbol chileno jugando en Santiago Morning.